martes, 25 de enero de 2011

El día que la última bala quiera arrancar el ánima a un inocente

El día que la última bala quiera arrancar el ánima a un inocente, llegara la paz
El día que la última bala quiera arrancar el ánima a un inocente, seré feliz
El día que la última bala quiera arrancar el ánima a un inocente, seremos felices
El día que la última bala quiera arrancar el ánima a un inocente, las fábricas de balas cerraran
El día que la última bala quiera arrancar el ánima a un inocente, la basura estará llena de pistolas y armas.
El día que la última bala quiera arrancar el ánima a un inocente, los políticos no tendrán de que hablar.
El día que la última bala quiera arrancar el ánima a un inocente, las noticias serán más cortas.
El día que la última bala quiera arrancar el ánima a un inocente, no habrá guerras.
El día que la última bala quiera arrancar el ánima a un inocente, caminaremos más tranquilos.
El día que la última bala quiera arrancar el ánima a un inocente, este texto por suerte pasara a la historia.
El día que la última bala quiera arrancar el ánima a un inocente, este texto llegara a su más preciado objetivo.
Principio de todas las frases de la canción del cantautor catalán Cesk Freixas, una vida una historia. 

Chiquitita

Chiquitita, así era yo, y todos en algún momento de nuestra vida. Aunque queríamos disimular nuestras ilusiones pensamientos, y sentimientos, eso era imposible. Porque éramos como flores floreciendo, soñando en las estrellas que viven en lo más alto de nuestras cabezas, en el gran cielo de zafiros azules.
En la zarza la disimulación de aquellos era más que imposible, los olores veraniegos de pueblo, el ambiente y la emoción eran los actores principales de la opera de mi mes del corto y esperado agosto. Ahora que ya soy menos chiquitita, pensaba que esto con viaria rodando, pero me equivocaba, la ilusión de estar en el pueblo con los míos, es la misma de siempre aumentada en los números mas infinitos que podamos llegar a cultivar en nuestra amplia imaginación.

lunes, 3 de enero de 2011

El desconcierto

¡Música! Tranquilizante, exagerado, inquietud, y temor, agravado por los cambios de tono y agudos. La historia va corriendo, a un ritmo frenético, con grandes emociones, deleite, y muy temerosa. Llegamos al punto fuerte, grandes timbres recaen sobre nosotros invadiendo haciendo extensamente, ¡el desconcierto! Ya ha pasado todo, nos calmamos... pero no, ¡vuelve! Esta vez definitivamente, con sinceridad y decisión. ¡Así es todo! El desconcierto, nos clava la mirada, y no nos deja ir para que no seamos ignorantes. Ignorantes de nosotros mismos.
Sensaciones que dejan volar la imaginación totalmente, escrito escuchando la música del fragmento de un vídeo de la película "Paris je t'aime"

Música! Tranquil·litzant, exagerat inquietud, i temor, agreujat pels canvis de to i aguts. L’historia va corrent, a un ritme frenètic, amb grans emocions, delit, i molt temorosa. Arribem al punt fort, grans timbres recauen damunt nostre envaint-nos extensament, el desconcert! Ja ha passat tot, ens calmem... però no, hi torna! Aquest cop definitivament, amb sinceritat i decisió. Així es tot! El desconcert, ens clava la mirada, i no ens deix anar perquè no siguem ignorants. Ignorants de nosaltres mateixos.
Sensacions que deixen volar la imaginació totalment,  escrit escolta’n la musica del fragment d’un vídeo de la pel·lícula “Paris je t’aime”

Paisajes de ensueño

El aroma cálido de esa tarde en la zarza, se hacía presente hasta el punto de ser extremadamente agobiante para los visitantes y acogedor para los pueblerinos.  La pequeña brisa veraniega me empujo a cabalgar en mi caballo de ruedas redondas, dirigiéndome hacia algún lugar desconocida aun por mí, con la esperanza de recordar el camino de vuelta a casa. Por el largo y estrecho caminito, yo iba adentrándome en un mundo de destrucción de pequeñas montañitas de arena elevándose esa nubecita casi irreconocible. Al sentir algún que otro ladrido mi corazón se apretaba como un grano de café dejando visiblemente a la tenue luz el miedo que padezco hacia estos animales, aunque los admiro mucho, supongo que por eso será que les tengo miedo…  los arboles dibujaban un mundo de formas quizás geométricas pero harmoniosas a la vez. Todo eso era y es el paisaje breve de mis vacaciones en la zarza, en esas mañanas, con espíritu detective.