Cruza los dedos, espera el imposible, porque soñar también es sinónimo de ser feliz en la pequeñez de nuestro corazón, infinito de sensaciones y sentimientos fugaces, instintivos y profundos.
Marina, he cruzado los dedos como indicas, he esperado el imposible y lo imposible… y… nada de nada. Ningún sentimiento profundo, ni siquiera fugaz. A mi, aquí y ahora, no me ha funcionado. Quizá no haya sido el momento ni lugar. Algo he hecho mal, seguro. Lo intentaré de nuevo.
Marina, he cruzado los dedos como indicas, he esperado el imposible y lo imposible… y… nada de nada. Ningún sentimiento profundo, ni siquiera fugaz. A mi, aquí y ahora, no me ha funcionado. Quizá no haya sido el momento ni lugar. Algo he hecho mal, seguro. Lo intentaré de nuevo.
ResponderEliminar-Manolo-