domingo, 7 de agosto de 2011

Imprecisiones (castellano)


Mi corazón palpitaba demasiado veloz, mi vista era inundada por el mar, todo azul con personalidad indiscutible. La indecisión me había acosado durante toda la tarde, por fin había llegado a su conclusión, después de tanto el vestido me caía con sencillez elegante. Mis manos rozaban el oxidado hierro del balcón. Los ojos miraban el horizonte impreciso. El timbre sonó con contundencia. Los párpados se me cerraron humedeciendo mis ojos con deleite. Armándome de valor me dirigí hacia la puerta del silencioso castillo. Todo mi futuro me cambiaría en un abrir y cerrar de ojos.

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